De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
El sheriff Lobo (o "cuidadín" ovejitas "cuidadín") es el nombre de una nueva exitosa serie de propaganda policiaca que la televisión independiente de Madrid repone cada dos por tres ocasionalmente y que se presenta siempre que aparece un conflicto existencial en el seno del PP, para desvariar. "Oseasé", para desvariar la atención.
Sin principios, ¿para qué?. Si todo termina en las desventuras del Sheriff Lobo. Algunos recordamos esta exitosa serie como una acojonante parodia. Es decir, cualquier parecido cómico con la realidad no es pura coincidencia.
Es decir, de nuevo otra vez: va de las aventuras y desventuras de un corrupto e incompetente sheriff, el siempre traicionado G. Wendi Lobo, acompañado por los, no menos inútiles, agentes del Torrente y un tal TravesTido, un taxista enchufado por la dirección de las, nuevamente... Las FAES!!.
Es por ello que, de nuevo, y de manera acojonante, al final parece que todo va, y nos “cuadra”, y resulta que el sheriff Lobo no solamente resulta ser el jefe de todos los de la localidad gallego-riojana de Coslada sino que, siguiendo las directrices del por entonces su mentor y gran inspirador, su ilustrísima don Luis Roldán, es el puto amo de todos los prostíbuloss y Puticlub|locales alternativos del lugar. Y así va Espiña.
Por contra, el lobo –qué gran turrón- y su pandilla no quieren oir ni un pedo en toda "su" localidad autonómica del municipio en pleno, sin que ellos lo huelan, detecten y sepan o saban (en tanto en cuanto se trata de saber el sabor).
Como consecuencia, durante sus típicas salidas de control nocturnas se gana el apodo de “el paseítos”, aunque después de bailar y soplar a la salida de cualquier friki-bar de copas pareciera el mismísimo chiki-chiki –se conoce que su coctel favorito es el "cruzaíto".. y el "robocop"..as-.
Especialmente la gracia de todos los capítulos radica en que, lo mismo le ves actuando con gran valor, en bloque con sus compinches, como cuando se le ve defendiendo una causa “ekilikua” o del “todo por la pasta”; otras veces coopera contra el crimen desorganizado pero sólo por puro interés, poniendo siempre en relieve su torpeza y la de sus ayudantes...
Para ocultarlo, nuestro querido amigo "Wendi", Lobo, o simplemente hijo de p... siempre manipula de acuerdo a su gran vocación, ante todo un gran pajero a dos manos amante de los medios de comunicación.
En la serie le va el sexo puritano. Por tanto, en algún que otro capítulo eyacula gracias a –o se metía también- algún que otro micrófono (o pepino, con tal de disfrutar y argumentando a sus pobres víctimas que él es la ley y la moda y que es el te puede enchufar en televisión.
Es más, tan pronto manipula algo, salta la santa radio con tal de que no salpique a la todopoderosa “Espe”, la auténtica alternativa a la corrupción local y que es una diva liberal conocida por todos los medios.
Lo malo que en esta serie no se puede hablar de un final feliz para todos. Una vez familiarizado con encerrar frikis en sus calabozos según se le antojase, surge algo inesperado y que supone la razón de su fracaso: la tal “Espe” se entera de que su primo que obstenta un puesto de gran responsabilidad en el Banco de Espiña -un friki total, vamos...-, ha sido detenido y encarcelado por nuestro querido sheriff (o lo que viene a ser igual: el jefe del equipo especial de chupar sangre), por tenencia ilícita de tripis. Y aquí empieza lo del tráfico de influencias...
Lo curioso es que, después de que se descubre todo, los políticos se pelean por él. Vamos que esto ya es pa mear y no echar gota. Querido sheriff, allá donde estés, que nunca te falte "pa comé". Gracias por brindarnos momentos tan inolvidables (sic).
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